La mayoría de las personas que me conocen saben de mi amor por la música típica por medio de mi trayectoria musical con el Cuatro (instrumento autóctono de Puerto Rico). Sin embargo, muchos de ellos desconocen que independiente a mi cara de jibaro boricua, y habiéndome criado y educado en EEUU, mi primera lengua es el inglés, al igual que mi primer amor musical es el “Rock & Roll” en el cual estudie y desarrollé destrezas en percusión con la batería ("Drums"). Siendo así, para finales de los años setenta (1977) y con un experimentado afinado oído musical, escuche una hermosa melodía con ritmo de balada, de la banda musical “The Eagles”, que me llamo la atención como una de las mejores producciones en guitarra eléctrica que he escuchado (sin menoscabar la sensacional serena percusión de fondo) y la cual llego a convertirse en uno de sus mejores “hits”. Los créditos de composición de la canción son compartidos por Don Felder (música), Don Henley, y Glenn Frey (líricas). Desafortunadamente, el tema lírico se estructuró sobre el concepto de un morboso hotel. Al pasar de los años y habiendo las líricas de la canción recibido múltiples negativas críticas, para sorpresa mía, me entero que aquella melodía que tanto me fascinó, recibió múltiples premios por el arreglo instrumental, solo de guitara y dúo de guitarras logrando incluso su inducción al Salón de la Fama del “Rock & Roll”. Aunque el solo de guitarra está considerado como uno de los mejores diez del “Rock”, al escuchar y minuciosamente estudiar las otras nueve, mi imparcial opinión personal es que ninguna de sus melodías y armonías apenas alcanzan el elevado sitial conseguido por esta. Profesionalmente retirado de mi carrera como tambien de presentaciones musicales y con tiempo de sobra, me envolví en un proyecto personal que me autoimpuse, tomando cerca de dos años finalizar. Con más de tres décadas leyendo y estudiando La Biblia y reconociendo además el mérito que La Palabra de Dios le asigna a la música a través de Su Sagrada Palabra (desde Gén 4:21 hasta Ap. 15:2-4), me inspiré en hacerle justicia al hermoso arreglo instrumental de la canción (“Hotel California”) componiendo unas líricas nuevas en español basadas en el Reino de Dios. “Cantadle cántico nuevo; Hacedlo bien, tañendo con júbilo.” (Salm. 33:3) De manera que tomé la libertad de sustituir el título de un aterrador hotel (“HOTEL CALIFORNIA”) a uno de un hotel glorioso representativo del Reino de Dios (HOTEL DE LA GLORIA) y asimismo y con todo respeto, desbancar su morbosidad con sonetos de la dádiva bondadosa de Dios. Deseo aclarar que con la excepción de los versículos de las Sagradas Escrituras, el arreglo instrumental de Don Felder y la cantante (una generosa y desinteresada joven quien para gloria de Dios, aportó su refinada angelical voz y a quien honraré su deseo de mantenerse en anonimato), completamente toda la producción, el concepto, título, líricas y el video los produje sin fines de lucro, cerciorándome y asegurando primero, no infringir los derechos de autor. Extiendo mi más efusivo agradecimiento a todos y cada uno de los que dadivosamente me asistió en la culminación del sublime proyecto e incluso, los que ajeno a su voluntad, por una razón u otra se les estropeó sus respectivos voluntarios esfuerzos. Honestamente, no me puedo lamentar, mucho menos, quejarme de ninguno. (Consonante a como se los he manifestado en mi composición; “vividos recuerdos de convivencia en amor.”) Que Dios los bendiga a todos por igual. Para disfrutar del mismo y del karaoke (líricas y música sin voz), favor de acceder a los siguientes enlaces: HOTEL DE LA GLORIA HDLG Karaoke Espero se regocijen.
Para su disfrute, la famosa canción "To Everything There is a Season" (Todo Tiene Su Tiempo), tomada del libro Eclesiastés.